lunes, 25 de noviembre de 2013

CRUSTÁCEOS CENTOLLAS Y CENTOLLONES




Crustáceos: Centollas y Centollones

Ficha Técnica: Centolla (Lithodes santolla); Centollón (Paralomis granulosa)
¿Dónde se encuentran? Las centollas viven en los mares australes, por el Océano Pacífico al sur de Chiloé y dando la vuelta por el archipiélago fueguino hasta el Cabo de Hornos y por el Océano Atlántico hasta Mar del Plata, donde se internan a 1.000 metros de profundidad buscando aguas gélidas, por debajo de los 12 grados. Los centollones se distribuyen desde Chiloé hasta el archipiélago fueguino, Islas Malvinas, costas patagónicas hasta el sector norte del Golfo San Jorge.
¿Qué tamaño tienen?: Los machos de centollas son mayores que las hembras y alcanzan hasta casi 200 milímetros de longitud del caparazón y más de 5 kilos de peso. Los centollones machos hasta 120 milímetros de longitud del caparazón y las hembras tienen menor talla. Para preservar la población de centollas sólo se permite la pesca de machos adultos de más de 120 milímetros y en el caso del centollón de más de 90 milímetros de caparazón.
¿Cómo son sus cuerpos?:   A diferencia de los cangrejos, las centollas y los centollones tienen las antenas más largas, el abdomen dilatado y curvado debajo del cuerpo y un par de patas menos (las  guardan plegadas debajo del caparazón y le resultan útiles para limpiarse las branquias) El caparazón de centolla llega a medir 15 cm de diámetro y la distancia entre las patas extendidas alcanza 1 metro. Los caparazones de ambas especies tienen espinas y son peludos y de color rojo escarlata. Sus ojos son diminutos y tienen dos tenazas ( en la centolla la derecha munida de una poderosa muela con la que tritura la comida que luego llevará a la boca). Las tenazas del centollón son más robustas que las de la centolla.



¿Cómo viven?: La centolla y el centollón son oportunistas, comen todo lo que ofrezca el fondo del mar y pueden ser carroñeras. Así, en el Golfo San Jorge se alimentan del descarte de peces que dejan las redes, lo que hace variar su color mientras que en el Canal de Beagle comen bogavantes, estrellas y demás crocantes. Existen notables variaciones en el color de las centollas sureñas; la del Canal del Beagle que se pesca en Ushuaia es considerada el manjar más exótico.
Las centollas y centollones, a diferencia de los cangrejos pueden caminar en diagonal y de lado.
Su reproducción es ovípara. Cada centolla hembra puede tener entre 5.000 y 50.000 huevos y los acarrea durante 10 meses sin que tengan con ella  ninguna conexión corporal. En noviembre de cada año, de cada huevo nace una larva nadadora.
Al poco tiempo de haber nacido ya no puede nadar, sólo camina. Por eso, las trampas de pesca son grandes conos de red semirrígida donde el animal se trepa seducido por el aroma de cebos de sardinas muertas y de carne vacuna o equina. Durante los días que las trampas permanecen caladas, las centollas y centollones se dan un gran banquete sin saber que será el último. Cuando los pescadores elevan las redes y vuelcan a las presas en las cubiertas de los barcos quedan aturdidas por el aire libre. Ambas especies, particularmente la centolla, tienen gran valor comercial, con poblaciones numerosas, pero muy susceptible de ser sobreexplotadas. El mercado argentino suele estar abastecido mediante la pesca artesanal. Las capturas de grandes barcos se exportan casi totalmente.




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