martes, 19 de agosto de 2025

STREAMING FONDO MARINO ARGENTINO CONICET. AGOSTO 2025.





El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de la República Argentina finalizó el domingo 10 de agosto de 2025 la transmisión en vivo desde el Cañón Submarino Mar del Plata, una de las campañas científicas más relevantes en aguas argentinas, que dejó imágenes inéditas de especies como el “pulpo Dumbo” 



y la conocida popularmente como

“estrella de mar culona” o "Patricio Estrella".


La expedición, denominada Talud Continental IV, había comenzado el 23 de julio de 2025 y fue impulsada junto al Schmidt Ocean Institute contando con la participación de más de 30 investigadores. El streaming, que comenzaba cada día a la 1 de la madrugada y se extendía hasta las 16 hs, permitió a más de 1 millón de espectadores de todo el mundo seguir en directo el trabajo del robot submarino ROV SuBastian, que alcanzó los 3.900 metros de profundidad.

Durante la campaña se documentaron hábitats vulnerables, especies de gran profundidad y evidencias del impacto humano, como la presencia de microplásticos y basura marina. 

Todo el material audiovisual y los datos científicos, incluidos modelos 3D de especies emblemáticas, serán publicados en repositorios abiertos como Conicet Digital, OBIS y GenBank, y se adaptarán a formatos educativos para escuelas, museos y clubes de ciencia.

Tras la finalización de la misión, el buque Falkor (too) partió hacia Montevideo para iniciar una nueva campaña del 22 de agosto al 19 de septiembre. Luego regresará a Argentina entre el 30 de septiembre y el 29 de octubre para continuar con las investigaciones.

Seguida por público de todas las edades, la campaña se convirtió en un verdadero hito científico y tecnológico, que permitió descubrir 40 nuevas especies marinas y alcanzó casi 18 millones de visualizaciones.

El objetivo de la campaña fue explorar la diversidad de vertebrados marinos en la zona del Cañón Submarino Mar del Plata, Atlántico Sur, a una profundidad máxima de 3.900 metros durante 21 días.

Para ello, se utilizó un vehículo operado remotamente conocido como ROV SuBastia, del Schmidt Ocean Institute. “Desde el punto de vista científico, la campaña para nosotros fue realmente un éxito, nos generó una cantidad de información enorme”, destacó Lauretta, de 44 años y doctor en Ciencias Biológicas.

La experiencia no surgió de la nada. El equipo ya había trabajado en la misma área durante 2012 y 2013. Aquellas campañas permitieron consolidar un grupo de trabajo interdisciplinario, clave en esta expedición.

El proyecto requirió años de preparación y una fuerte competencia internacional para acceder al buque de investigación. “Fue un proceso bastante largo y competitivo. Para que tengan una idea, nosotros empezamos a trabajar en la propuesta en octubre de 2023. Y la campaña fue en julio del 2025, los tiempos suelen ser muy largos”, explicó el líder del grupo de científicos.

Además de los organismos marinos, el estudio incluyó el análisis de problemáticas ambientales actuales. “También pudimos estudiar la presencia de micro plásticos, la basura macroscópica. Encontramos algunas bolsas de basura como una bota", explicó.

Los científicos calculan que el volumen de datos recolectados permitirá avanzar en estudios durante la próxima década. “Probablemente vamos a tener información para trabajar durante 10 años. Creo que en los primeros meses probablemente tengamos algunas primeras publicaciones”, indicó Lauretta.


Entre otros hallazgos llamativos figura la primera observación de calamares rojos voladores y peces telescopio en aguas argentinas.

"Batatita" es el apodo que le dieron los usuarios de redes sociales a un pepino de mar violeta que fue descubierto por científicos del CONICET durante una expedición en el Mar Argentino, cerca de Mar del Plata. El nombre surgió por su parecido con una batata pequeña. 

El pepino de mar, oficialmente llamado Benthodytes, se convirtió en un fenómeno viral debido a su aspecto peculiar y al apodo cariñoso que le dieron los usuarios. 



Calamar “cochinito” o calamar cerdo, cuyo nombre científico es Helicocranchia pfefferi. Este pequeño cefalópodo destaca por su cuerpo globular y transparente, tentáculos cortos y un sifón orientado hacia adelante que recuerda a un hocico de cerdo. Es bioluminiscente, posee ojos grandes y suele flotar verticalmente en la zona mesopelágica entre los 100 y 2000 metros de profundidad. El ejemplar fue registrado a 1039 metros, en una observación poco frecuente realizada con vehículos operados remotamente.



Calamar de aguas profundas, posiblemente del género Taningia o una especie bioluminiscente similar. Se distingue por su cuerpo metálico o dorado, grandes aletas triangulares en la parte posterior y tentáculos largos con ventosas. Este calamar brilla en la oscuridad gracias a fotóforos, órganos especializados para producir luz, adaptación que utiliza en las zonas abisales tanto para cazar como para comunicarse o defenderse.


Calamar vampiro, Vampyroteuthis infernalis. Este cefalópodo de aguas profundas destaca por su cuerpo gelatinoso y translúcido, tentáculos rojizos con filamentos sensoriales y un tono oscuro que le permite camuflarse. Es capaz de producir bioluminiscencia mediante órganos especiales y habita zonas de oxígeno mínimo, donde pocas especies pueden sobrevivir. El apodo “vampiro” refleja su aspecto y no un comportamiento predatorio.



Ejemplares de calamares bioluminiscentes de profundidad, como Architeuthis y Magnapinna, fueron registrados entre los 1.336 y 2.551 metros. Estos calamares, de cuerpo esbelto y tentáculos extremadamente largos, se desplazan tanto a media agua como cerca del fondo marino en zonas abisales.





Calamar abisal esbelto, identificado como Ommastrephidae o Onykia ingens, fue observado a 2.551 metros de profundidad. Presenta un cuerpo largo, tentáculos bien desarrollados y aletas terminales, características propias de especies adaptadas a la vida en aguas profundas


Calamar de Cristal
Con su cuerpo globoso y transparente, este calamar de cristal Cranchiidae fue observado en profundidades en torno a 891 metros. Sus rasgos "gelatinosos" son característicos de ambientes de media a gran profundidad. 

Calamar del género Histioteuthis, conocido como calamar joya o calamar de ojos desiguales. Este cefalópodo de aguas profundas se caracteriza por su cuerpo iridiscente, tentáculos con ventosas y una notable adaptación en sus ojos, que suelen ser de tamaños diferentes para maximizar la captación de luz en el entorno abisal. Su aspecto metálico y robusto lo distingue entre los calamares de profundidad, ejemplificando las adaptaciones extremas al ambiente oscuro y de alta presión del océano.






Un pulpo de cristal, Vitreledonella richardi, un cefalópodo de aguas profundas conocido por su cuerpo casi transparente. Esta adaptación le permite camuflarse en el entorno marino y pasar desapercibido ante los depredadores. Sus órganos internos, como ojos tubulares y el tracto digestivo, son visibles a través del manto globular. El pulpo de cristal habita entre los 200 y 1000 metros de profundidad en zonas tropicales y subtropicales, y es muy poco frecuente observarlo debido a su fragilidad y la dificultad de acceso a su hábitat.


Pulpo de aguas profundas del género Muusoctopus. Se caracteriza por su cuerpo pequeño y globoso, coloración azulada o grisácea y textura rugosa, características que le permiten camuflarse en el entorno del fondo marino. Vive entre corales y esponjas en zonas de escasa luz a profundidades de entre 500 y más de 3000 metros.


Pulpo de profundidad 
Del género Grimpoteuthis, el pulpo Dumbo se lo pudo observar en diferentes ocasiones durante el streaming en tomas a 2.379 metros de profundidad. Los espectadores lo pudieron ver desplazándose como incubando huevos en cavidades del fondo.



Un ctenóforo, probablemente Bathocyroe fosteri. Estos animales gelatinosos emplean hileras de cilios para desplazarse y capturar presas con células adhesivas. Bathocyroe fosteri presenta un cuerpo transparente en forma de campana con lóbulos y un tono iridiscente, y puede alcanzar hasta 6 centímetros. Se encuentra en aguas profundas y es capaz de producir bioluminiscencia, destacándose por el brillo en arcoíris de sus cilios bajo la luz de los vehículos operados remotamente.




Una medusa de aguas profundas, con características que sugieren pertenencia al género Atolla, posiblemente Atolla wyvillei. La estructura es gelatinosa y semitransparente, presenta forma de campana con lóbulos carnosos y aparenta tener una abertura central prominente. En la parte inferior se distinguen puntos rojizos que corresponderían a órganos bioluminiscentes. Las medusas de profundidad, como Atolla sp. o miembros del orden Coronatae, fueron registradas entre los 1.208 y 2.890 metros. Estas especies destacan por su capacidad de sobrevivir en condiciones de oscuridad total y bajas temperaturas propias de las aguas abisales.










Cangrejo litódido
Otra de las registradas fue el cangrejo de aguas profundas, con caparazón espinoso rojizo y percebes adheridos, pertenece probablemente a la familia Lithodidae. Fue observado a 1.441 metros en la expedición CONICET.

Cangrejo de aguas profundas cubierto de percebes, probablemente un ejemplar del grupo Lithodidae o un cangrejo ermitaño. Los percebes, que se observan adheridos a las patas, son crustáceos sésiles que practican epibiosis: viven sobre otros animales sin causarles daño directo. Esta relación ecológica es habitual en ambientes profundos, donde los percebes aprovechan cualquier superficie estable para fijarse y alimentarse por filtración.





El cangrejo bentónico de profundidad, identificado como Chaceon sp. (familia Geryonidae), habita fondos fangosos o rocosos a partir de los 452 metros. Estos cangrejos cumplen un rol ecológico como carroñeros y depredadores en ambientes profundos.




Un cnidario bentónico, probablemente un hidrozoo del género Branchiocerianthus. Este organismo destaca por su base larga y delgada que lo fija al fondo marino y por un anillo de tentáculos finos en la parte superior, que emplea para capturar plancton. Suele encontrarse en profundidades extremas, como los 3682 metros donde fue fotografiado, y en ambientes fríos con bajo oxígeno. Aunque se le llama “anémona de tallo largo”, no es una anémona verdadera.


Pez granadero, también llamado “cola de rata”, perteneciente al género Coryphaenoides o a la familia Macrouridae. Se caracteriza por su cuerpo alargado que termina en una cola fina, cabeza grande con ojos prominentes y boca subterminal. Presenta coloración grisácea o plateada y se desplaza cerca del fondo marino a más de 2000 metros de profundidad.


Un ctenóforo lobado, probablemente Beroe abyssicola. Su cuerpo alargado, liso y gelatinoso, sin tentáculos, es característico de esta especie, que pertenece a la clase Nuda. El animal presenta filas de cilios en el exterior que producen destellos iridiscentes al reflejar la luz, un efecto visible cuando es iluminado por el ROV. Este ctenóforo habita zonas profundas del océano, donde se desplaza lentamente y captura otros ctenóforos envolviéndolos con su cuerpo.



Pez abisal de cuerpo pequeño y blando, color rosado y ojos grandes, adaptado a la oscuridad y alta presión del fondo oceánico. Este tipo de peces vive a grandes profundidades, donde la ausencia de luz y las condiciones extremas influyen en su aspecto. Su apariencia y el entorno rocoso sugieren una especie especializada en habitar zonas profundas y poco exploradas del mar.


Raya de aguas profundas, probablemente del género Bathyraja. Su cuerpo aplanado en forma de disco y las aletas pectorales extendidas recuerdan a alas, mientras que la cola larga, a veces con espinas, es característica del grupo. Las rayas son peces cartilaginosos emparentados con los tiburones y pueden habitar tanto aguas costeras como regiones oceánicas profundas.


La esponja de aguas profundas, probablemente de la familia Polymastiidae, presenta una forma compacta y coloración rosada. Fue registrada cerca de los 2.574 metros de profundidad, asentada sobre lechos duros en zonas de baja luminosidad y con flujo de agua constante.


Una estrella de mar abisal clara, posiblemente de la familia Poraniidae o un grupo afín, fue registrada en fondos profundos por encima de los 1.000 metros. Este ejemplar se caracteriza por su cuerpo robusto y tonalidad pálida, adaptada a las condiciones extremas de las zonas abisales.


Organismo marino identificado como pepino de mar, una especie frecuente en fondos oceánicos a grandes profundidades. Su cuerpo blando y alargado presenta una coloración rojiza intensa hacia el centro, con el extremo anterior de un tono anaranjado. La fotografía fue tomada a 1680 metros de profundidad y muestra detalles del entorno sedimentoso del cañón Mar del Plata, con temperatura de 2,64 °C.




El pepino de mar blanco observado pertenece al grupo Holothuroidea y fue hallado a 2.597 metros de profundidad en un fondo blando abisal. Presenta un cuerpo translúcido con lóbulos, rasgo característico de algunos morfotipos de esta clase en aguas profundas.


El pepino de mar pelágico de la familia Pelagothuriidae fue observado flotando en la columna de agua a unos 891 metros de profundidad. Se trata de un organismo adaptado a moverse y alimentarse en zonas medias del océano, lejos del fondo marino.


Un pirosoma, un organismo colonial bioluminiscente perteneciente al grupo de los tunicados pelágicos. Su estructura tubular y translúcida está formada por miles de zooides que trabajan en conjunto como una sola unidad. Habitan en el océano profundo, aunque pueden encontrarse en otras capas marinas. Los pirosomas emiten luz al ser perturbados, lo que contribuye a su aspecto característico en las aguas oscuras, y se desplazan mediante propulsión al bombear agua a través de su cuerpo. Este ejemplar fue registrado a 1291 metros de profundidad.


Picnogónido, comúnmente conocido como araña de mar. 

Son animales marinos que, a pesar de su nombre común, no son arañas verdaderas, aunque pertenecen al subfilo de los quelicerados, al igual que las arañas.

Se encuentran en diversos entornos marinos, desde aguas poco profundas hasta las profundidades del océano.

Se caracterizan por tener un cuerpo pequeño y patas largas y delgadas, a menudo con ocho patas locomotoras, de ahí su parecido superficial con las arañas.

Son depredadores que se alimentan de pequeños invertebrados marinos, como anémonas de mar o hidroides.

Se han encontrado en todos los océanos del mundo, desde las regiones polares hasta las tropicales.




Un momento memorable se dio cuando una langosta   enfrentó al robot submarino para proteger a sus crías.

Videoclip completo.


ALGUNOS VIDEOCLIPS.
















DIARIO PERFIL 9 AGOSTO 2025.







































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