Los
peces que guardan sus crías en la boca
Aunque
parezca sorprendente, algunos peces también encajan en lo que consideraríamos
buenos padres. La mayoría de las tilapias, que son peces de agua dulce, ponen
sus huevos y los guardan en la boca para protegerlos. Cuando estos eclosionan,
los diminutos pececillos nadan libremente, aunque cerca de sus padres. Si surge
algún peligro, el pez abre su amplia boca y las crías entran como una flecha y
se esconden dentro. Cuando pasa el peligro, salen y vuelven a la normalidad.
EL ARTE DE PROTEGERSE DEL CANGREJO
Los cangrejos se han diversificado de
manera extraordinaria en relación al medio. Sin duda el más llamativo es el
cangrejo ermitaño que, por no poseer caparazón propio usa uno de segunda mano y
se aloja en una concha de caracol a la que va cambiando por una mayor a
medida que va creciendo. En ocasiones una cangrejo corta un pedazo de esponja y
la coloca sobre el caracol, la esponja por tener células independientes sigue
creciendo (ver Secretos nro 17) cubriendo la concha por completo entonces,
cuando el cangrejo siente la presencia de un predador se queda quieto y pasa
desapercibido. Pero también puede suceder que una anémona se pegue al
caracol logrando de esta manera ser transportada en busca de
alimento sobre el inquieto cangrejo que le permite
alojarse sobre él, a cambio de la protección que ella le brinda con sus
urticantes tentáculos. Incluso cuando el cangrejo cambia de concha le da tiempo
suficiente a "sus" anémonas para que se muden. La mayoría de los
cangrejos ermitaños tiene por "compañero de habitación" a un pequeño
poliqueto. Estos pequeños organismos marinos, semejantes en forma a una
lombriz, se desplazan por medio de pequeñas cerdas. Cuando un poliqueto
se va a vivir con un cangrejo ermitaño consigue no sólo una casa segura sino
también alimento ya que cuando el cangrejo come el poliqueto saca la cabeza y
consume lo que su compañero deja caer. Sin duda alguna, un singular y simpático
trío que se pasea despreocupadamente por el fondo del mar.
¿Sabías qué...?
El cangrejo violinista vive en las
playas tropicales llenas de barro. Cava pequeñas madrigueras en la parte de la
playa que quedará en seco durante la marea baja y al llegar ésta, sale
para reparar su guarida y sacar las algas del barro. Cada miembro de la colonia
defiende su propio sector de terreno. Después de haber reparado su
escondite y haberse procurado una buena comida, el macho se sitúa a la boca de
la madriguera y cimbrea su enorme pinza que tiene un color más claro que el
resto del cuerpo. Esta es una clara señal para los otros machos que deberán
mantenerse alejados y para las hembras que les indica que serán bien
recibidas.
Sabías
qué...?
El "pez luna" o Mola Mola es
un extraño animal que puede alcanzar los 3 metros y llega a pesar
hasta una tonelada. Como se dejan llevar por las corrientes de agua cálida y
hay tan pocos especímenes, el encuentro entre machos y hembras es realmente
raro. Por eso cuando se produce no hay que desaprovecharlo y la hembra pone
900.000 huevos. La gran cantidad de huevos, que se producen en una puesta,
indican que su tamaño no puede ser grande por eso sólo tienen medio milímetro
de ancho. Esto representa una particularidad zoológica ya que el alevino, al
nacer, es 60 millones de veces más pequeño que su madre, esta es una cifra
asombrosa sobretodo si se tiene en cuenta que el ser humano es apenas 20 veces
más pequeño que sus progenitores. A pesar de ser un animal muy grande su boca
es pequeña es por eso que se nutre de pequeños crustáceos, medusas y plancton.
Por su gran tamaño y por tener una piel muy gruesa y rugosa no tiene enemigos
naturales. Eso hace que vague lentamente por los mares sin reaccionar, ni
siquiera huir, al momento de ser atacado. Los ictiólogos aducen esta falta de
reacción al hecho de que un animal de 200 kg . tiene un cerebro de tan sólo 4 gramos . Es por eso
normal que frecuentemente pueda confundir una bolsa de nylon, arrojada al mar
accidentalmente con una medusa, comerla y morir atragantado.
¿Sabías
qué...?
Las diferencias de tamaño entre machos
y hembras de la misma especie es casi una constante en el reino animal. A veces
esa diferencia se hace mucho más notable. Los machos de algunas especies de
peces abisales son de tamaño mucho menor que las hembras y además viven como
parásitos de ellas. Se fijan a la región ventral con sus mandíbulas y se
alimentan de su sangre. O sea que la hembra, como la de la foto que lleva dos machos,
no sólo transporta sino que alimenta a sus dos cómodos maridos. Los peces
abisales son los que viven a miles de metros bajo la superficie del mar, donde
no llega la luz y soportando enormes presiones. La adaptación a este extraño
medio ha hecho que se desarrollen formas realmente increíbles entre estos
animales que suelen ser de tamaño muy reducido, en el caso de los peces, y con
estrategias de alimentación ampliamente desarrolladas. Lamentablemente los
seres humanos conocemos más la superficie de la luna que el fondo del mar de
nuestro planeta.
¿Sabías
qué...?
El pez vela es el más veloz de los
peces marinos al alcanzar una velocidad de 30 metros por segundo lo
que supone unos 109
kilómetros por hora. O sea que podría atravesar a lo
largo una pileta olímpica en menos de un segundo. Esta velocidad la logra
gracias a un pedúnculo caudal muy poderoso, además se supone, que la
prolongación de su mandíbula superior es una ayuda para hender las aguas
al favorecer su hidrodinamia. Con sus tres metros de envergadura y sus cien
kilos de peso es, además, uno de los animales más elegantes del océano.
Frecuentemente se lo suele confundir con el Marlín o el pez espada, con los que
tiene en común sus espectaculares saltos fuera del agua, pero pertenecen a familias
diferentes. Lamentablemente, está considerado como el más noble de los peces
que se pueden pescar ya que ofrece una gran resistencia al tratar por medio de
fuertes carreras subacuáticas y espectaculares saltos librarse del anzuelo que
le perfora la mandíbula. El pescador, orgulloso de su presa, debe mantener
firme el sedal para impedir que su víctima escape a la suerte a que ha sido
destinada, la de un vano trofeo y un modelo para fotografiar en el muelle. En
1963 se conseguían presas con un peso promedio de 120 kg . Hoy se considera una
presa excelente a la que llega a pesar 40 kg . lo que demuestra que los ejemplares que
se están pescando actualmente son juveniles y que la pesca indiscriminada no
permite que los perseguidos peces vela no consigan llegar a adultos.
¿Sabías
qué...?
Los animales marinos, a
diferencia de los terrestres no pueden, por si mismos, limpiarse la piel
combatiendo a los parásitos. Por ello acuden a verdaderos "centros de
limpieza". En cada arrecife hay un rincón donde otros animales se encargan
de esta tarea. Cada vez que un pez quiere ser limpiado se dirige a este sector
y se queda muy quieto. A veces un cambio de color del pez es una clara
señal de que espera un "servicio". Este hermoso pez mariposa de largo
hocico está siendo "atendido" por un camarón que se encarga de
picotearle los parásitos. En ocasiones estos camarones limpian las heridas de
los peces comiéndose los tejidos muertos y facilitando la cicatrización. La
audacia de los camarones llega a tal punto que se los ha visto introducirse en
la boca de las morenas para limpiar su interior, mas allá de lo que podría
creerse la morena no tiene ninguna actitud ofensiva sobre este pequeño
limpiador, quizás su docilidad se base en el hecho de que necesita de él
diariamente. También algunos peces pequeños se encargan de la limpieza de
ejemplares más grandes. En este tipo de relación, llamada
"simbiosis", los dos individuos obtienen un beneficio. El mar está
lleno de hermosas historias, esta es, tan sólo una más...
Leche de pez.
Las relaciones padres-hijos entre los
peces son tan variadas que van desde el desentendimiento total del huevo recién
incubado a un estado de alerta y constante protección de las crías. La mayoría
de las veces es uno solo de los progenitores el que se encarga del cuidado de
los huevos o las pequeñas crías. No es el caso del Discus, el más bello de los
cíclidos, pez de agua dulce residente de la cuenca del Amazonas y muy popular
por su gran adaptación a los acuarios. Los padres montan guardia por turno,
vigilando e incubando los huevos. Una vez incubados toman con la boca a los
recién nacidos y los trasladan a una superficie donde cada uno de ellos queda
adherido retorciéndose al final de un corto hilo. Los alevinos comienzan a
nadar libremente a los cuatro días de haber nacido. Para alimentar a los
pequeñas crías los padres segregan una mucosidad por su piel que los pequeños
alevinos chupan apresuradamente. Aunque ambos progenitores pueden alimentar a
las crías se toman, alternadamente, temporadas de reposo y con una sacudida de
su cuerpo transfieren todos los alevinos a su cónyuge.
Inflarse para
vivir.
En el mar pocas estrategias de
defensa son tan completas como la del "pez globo". Este extraño
animal, al sentirse atrapado o amenazado reacciona inmediatamente tragando agua
con lo que aumenta su volumen considerablemente hasta convertirse en una
pelota. En este estado difícilmente pueda entrar en la boca de un predador.
Pero, aún si éste lo tragara antes de que llegue a inflarse pagará con su vida
la osadía ya que la carne del pez globo contiene un veneno mortal llamado
tetrodotoxina.
Lamentablemente este completo método
de defensa no les evita ser las víctimas de los seres humanos. Al ser sacado
del agua el pez globo se infla ya que tiene la misma capacidad para tragar aire
que agua. Expuestos al sol se secan conservando la forma redondeada y una vez
secos se los utiliza como adorno. En China son muy populares ya que, una vez
secos, se les introduce por la boca una bombilla eléctrica
convirtiéndolos en "lámparas de pez globo" a las que cuelgan de los
techos. A pesar del veneno mortal estos peces son comidos con gran placer en el
Japón. Con ellos se prepara el "Fugu". Un cocinero necesita poseer un
certificado de una escuela especial en la que se enseña a preparar el Fugu. La
intoxicación como resultado de comer pez globo mal preparado es mortal en el
sesenta por ciento de los casos. Sin duda alguna un plato de alto riesgo.
Las fotografías y los
"Secretos del Mar" son gentileza del Sr. Tito Rodríguez, Director del
Instituto Argentino de Buceo, iabuceo@satlink.com
Tel. 4371- 9009. Lavalle 1494 segundo entrepiso (esquina Paraná).
Buenos Aires. Argentina
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