Ficha Técnica: PINGÜINO
DE MAGALLANES (Spheniscus
magellanicus)
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¿Dónde
se encuentran? Este ave tiene costumbres marinas pues vive la mayor parte de su
vida en el mar, salvo en la época de cría que es cuando abandona las aguas y
se congrega en tierra firme para anidar, estableciéndose en grandes colonias.
Se asienta en las costas del sur de
En
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¿Qué
tamaño tienen?: Su longitud es de
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¿Cómo son sus cuerpos?: El pingüino
magallánico, al igual que el resto de las aves, y a pesar de no volar,
presenta el cuerpo recubierto por plumas, pequeñas y cortas que forman como
una manta que deja una capa de aire entre ellas y su piel y son impermeables
con lo que se protege del frío. Además, tiene una gruesa capa de grasa debajo
de su piel. Su pico es robusto, curvado hacia abajo para atrapar el alimento
y de color negruzco, las patas palmeadas con cuatro dedos que terminan en
fuertes uñas, una cola gruesa con glándula que produce aceite y alas, pesadas
y cortas, transformadas en aletas que le sirven para nadar velozmente. Su
lomo es negro y su vientre blanco, esta coloración le sirve como camuflaje
pues, al mirarlo desde arriba, el dorso negro se confunde con el fondo del
mar y, al mirarlo desde abajo, el vientre blanco se confunde con la luz del
sol reflejada en la superficie del agua.
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¿Cómo viven?: Son animales
muy gregarios, en algunos lugares se han contado colonias de hasta un millón
de ejemplares. Con la llegada de la primavera en la pingûinera más grande
ubicada en Punta Tombo (Chubut) cada septiembre luego de pasar el invierno en las
costas de Brasil, más de 200 mil parejas de pingüinos de Magallanes arriban a
Punta Tombo para reproducirse. Los primeros en llegar, generalmente al
amanecer, son los machos y comienzan a limpiar y dejar impecable el mismo
nido que fue utilizado por la familia el año anterior. Allí esperan el arribo
de su pareja que se producirá unos días más tarde.
En el momento de la conquista de pareja y el cortejo, el
pingüino macho pelea con otros que tratan de congraciarse con la hembra
elegida. Muchas veces las riñas duran todo un día y suelen repetirse hasta
que el vencido queda fatigado. El vencedor, si la hembra acepta, comienzan a construir
el nido que lo hacen con piedras. Cuando no hay suficiente cantidad en la
superficie, las buscan en el fondo del mar. Para construirlo cavan un hoyo de
Terminada la tarea de construcción del nido, en octubre la
hembra pone uno o dos huevos de color blanco. En ocasiones se han encontrado
tres. Machos y hembras se turnan para incubarlos durante 39-45 días. No
abandonan nunca el nido porque, si lo hicieran, de inmediato aparecerían
gaviotas u otras aves rapaces que se alzarían con el huevo o el pichón. También,
cuando llueve mucho, deben mudar sus nidos porque se inundan.
En noviembre nacen los primeros pichones que son grises y tienen
plumones muy finos y siempre están muy hambrientos. Se presenta el problema
de alimentarlos y como no es posible dejarlos solos, se organiza una especie
de grupo de cuidadores que serán los pingüinos viejos y los que han quedado
sin pareja, éstos forman un gran círculo con los pichones en el centro,
defendiéndolos y cuidándolos mientras los padres corren un largo trecho para
llegar al mar y traerles los alimentos, que consisten casi exclusivamente en
las distintas variedades de peces que atrapan y tragan enteros, aunque no
desechan algún molusco que se les presenta a la vista. Como durante los tres
primeros meses de vida, los pichones no pueden digerir totalmente el alimento
introducen la cabeza en la boca de sus padres de donde toman directamente el
alimento casi digerido, convertido en una pasta blandita (como una papilla).
También en el mes de noviembre llegan los juveniles de un año de
vida, que todavía no son adultos pero tampoco pichones, que se habían quedado
en el mar y que, en esta época, arriban a las costas para mudar sus plumas. Durante
el tiempo en que cambian sus plumas, todavía grises, los jóvenes pingüinos no
pueden entrar en el agua por lo tanto se alimentan de lo que deja la marea y
de sus reservas de grasa. Cuando termina el cambio de plumaje, ya se parecen
a los adultos y están tan hambrientos que van corriendo al mar para
alimentarse.
El pingüino magallánico tiene una dieta alimenticia variada
aunque prefiere los pulpos, calamares, peces (especialmente sardinas,
anchoítas y pejerreyes), el krill y otros crustáceos.
Cuando los pichones crecen y van cambiando los plumones por las
primeras plumas y se convierten en juveniles, los padres o bien otros pingüinos veteranos comienzan a
entrenarlos en aguas tranquilas para enseñarles a nadar y atrapar el
alimento.
En el comienzo del otoño, abandonan las costas y el grupo más
numeroso emigra hacia el sur hacia las aguas antárticas mientras otro grupo
más pequeño se dirige hacia el norte, a las costas de Uruguay y Brasil.
Nadan en grandes grupos, a veces saltando y otras flotando. Si
están muy cansados hacen la “plancha”, es decir, se dan vuelta en el agua con
el vientre hacia arriba como si estuvieran acostados tomando sol.
Generalmente, uno de los adultos hace de guía del grupo y avisa al resto si
hay algún peligro.
Sus predadores más importantes son el leopardo marino, la orca,
el petrel gigante y las gaviotas estos últimos atacan a los nidos y los
pichones.
Pero, como en el caso de otras especies, hace unos años el
hombre lo llevó al borde de la extinción. Antiguamente, grupos de aborígenes
los cazaban para alimentarse con su carne y su grasa y para hacer bolsas con
la piel. Más tarde, los colonizadores europeos empezaron a perseguirlos y los
mataban para empresas que utilizaban su cuero y su grasa.
Si bien hoy no se los persigue y pueden estar tranquilos en las
costas tienen otro problema grave por las mareas negras, es decir, la
contaminación del mar por derrames de petróleo producidos por barcos
petroleros o bien porque se lavan sus tanques en el mar arrojando en él los
restos de combustible.
A veces pueden avistarse pingüinos empetrolados en las playas de
Comodoro y de Caleta Olivia. Si un pingüino se mancha con petróleo se rompe
la impermeabilidad de su plumaje (que no permite pasar el agua y además
mantiene la temperatura de su cuerpo). Entonces, el agua fría toca la piel
por eso, al tener frío salen del agua, al salir no pueden alimentarse y, al
limpiarse, tragan el petróleo y se intoxican. Esto sucede en nuestras costas,
cercanas a las zonas petroleras, cuando en su viaje migratorio hacia aguas
más cálidas se encuentran con una mancha de petróleo en el mar. No obstante,
si se realiza la operación de salvataje a tiempo, limpiándolo de todas las
manchas, el animal volverá al océano.
Pero si ya hace varios días que se encuentra impregnado del mineral, a pesar
del tratamiento, no se apartará de la orilla y morirá allí.
ESTE CORTO VIDEO MUESTRA LA ANTÁRTIDA DESDE LA PERSPECTIVA DE UN PINGÜINO
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